31 ago 2013

Adóptame: Cuatro bebés gatunos

¡Hola de nuevo! ¿Qué tal, os gustan las entradas que subimos últimamente?
Bueno, pues hoy os traemos una entrada que acompañará a la nueva categoría que estamos comenzando, se llama: Adóptame.
En esta nueva categoría subiremos casos de adopciones de gatitos, así podréis adoptar uno si queréis o al menos podéis ayudarnos a difundir estos casos, seguro que aún queda gente de buen corazón que le gustaría hacerse cargo de un precioso gatito.
Bueno, ¿Qué tal si empezamos a hablaros del primer caso?
Su historia:
(Vivimos en un pueblo) y de repente oímos unos maullidos de cachorros desde el jardín, y provenían de la calle, como ya supondréis fuimos a ver que pasaba. Para nuestra sorpresa en un trozo de prado, en la esquina, entre hierbas secas y altas se oían los fuertes maullidos, entonces, apareció una pareja, el chico llevaba en los brazos un cachorro adorable de gato rubio, (para que nos entendamos, naranja) con el que se iba a quedar, pero había 4 más.
Y conversamos de temas como por ejemplo, ¿Quién podría ser la madre? ¿Cuánto hace que los visteis?...
Un señor anciano sacó una bolsa y con un palo se acercó y empezó a quejarse, (en el pueblo mucha gente mata a los gatos recién nacidos...) y justo cuando iba a darles con el palo el marido de la Fotógrafa se puso en medio, y de inmediato cogió a los cuatro y caminó hacia nosotras, cada una cogimos uno y tras hablar con ellos decidimos que si los dejábamos el señor los mataría y aunque no estuviese él, por ahí andan perros y, en fin...
Nos los llevamos a casa y no pensamos nada más que en mantenerlos con vida, y en ese momento no había tiempo de pensar en otra cosa.
Lo primero de lo que nos dimos cuenta era de que uno de los cuatro, el blanco, era el más débil, estaba frío y muy encogido, a punto de morir, en ese momento, a todos nos salió el instinto:
¡Sobrevive gatito!
Y todos nos pusimos en marcha, el marido de la fotógrafa y yo los examinamos y los metimos en un a caja, pero era demasiado pequeña y el más aventurero se estaba saliendo de ella, entonces mi hermana trajo una caja mayor con mantas, y se puso a preparar un biberón para los cachorros, mientras nuestro padre se puso a llenar una bolsa de agua caliente para ponérsela a los cachorros junto a más mantas, en definitiva, todos nos pusimos en marcha, cuando ya estaban listos nos pusimos a darles el biberón, que al principio costó pero ahora lo toman como locos agarrándolo y todo... Y el blanco dudábamos que sobreviviera pero lo calentamos, le dimos el biberón y gracias a Dios sobrevivió, está mucho mejor.

Aquí os ponemos fotos de los cuatro.



Romer: Aventurero travieso y encantador, es un quejica cuando tiene hambre pero se le coge cariño rápido.
Berlioz: Encantador, mimoso y tranquilo, aunque no sea el más relajado una siesta nunca le viene mal.
Toulouse: Chillón, maulla más alto que nadie pero también nos encanta que ronronea como un motor, super alto, cuando está feliz, también es mimoso.
Terry: Yo le llamo mi terroncito de azúcar, o también, mi pastelito glaseado, él es el más tranquilo, duerme bastante pero también ronronea cuando está feliz y es adorable.
Los cuatro son machos.

¿No te gustaría tener a estas ricuras contigo? O al menos, ¿uno de ellos?
Difunde el caso sí tú no puedes ocuparte de ellos, nosotros tampoco podemos, deja un mensaje si quieres contactar con nosotros.



Ayúdales, no cuesta tanto...

2 comentarios:

  1. Me ha encantado la historia. Espero que pronto cada uno de ellos encuentre un hogar donde les quieran y cuiden tanto como vosotras. Un besito para cada gatito.

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  2. Gracias Etel! Nos alegra que te guste la historia y estamos esperando ya a sus papis con impaciencia, ojalá los encuentren pronto, se lo merecen, un beso para ti y para Rassel, y muchos ronroneos!

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